Suele decirse que todos tenemos una historia que contar, porque toda vida encierra una novela, o el guion de una película. Cuando, a los 15 años, un médico le plantea a Gabriel un panorama terrible, él le da una respuesta que parece escrita por un novelista. A lo largo de esa frase —en el proceso mismo de enunciarla—, el “protagonista” parecer haber decidido no solo cómo iba a enfrentar esa dificultad, sino cómo se proponía vivir el resto de su vida.
Sin embargo, este relato no se limita a la esfera individual: el autor comprendió, desde muy joven, que no hay realización personal posible sin un sentido de comunidad. Al abrir lo personal a lo colectivo, el libro también puede leerse como una breve crónica del último medio siglo de la Argentina, con sus crisis, sus tragedias y, también, sus inclaudicables esperanzas.
Desde la metáfora futbolera del título —el cuarto árbitro anunciando cuántos minutos quedan—, Faltan 5 invita a pensar qué nos gustaría que pase en ese último rato en cancha.
La conclusión de Gabriel es válida para todo el partido, desde el puntapié inicial: dejemos el alma hasta la última pelota, honremos el misterio del juego de vivir.
Alejandro Tloupakis