¿Hasta dónde debemos ir en busca de nuestros sueños? Inspirado por las novelas de Robert L. Stevenson y las espléndidas fotos de la National Geographic, el niño soñaba con explorar las maravillas del mundo subacuático. Ya adulto, cuando la vida se había vuelto opaca, su compañera de vida lo instó a recuperar aquel anhelo. 
Así empezó la aventura que narra este libro, donde el protagonista se lanza a buscar el tesoro al que nunca deberíamos renunciar: una pasión que nos abra los ojos cada día, y que solo nos los cierre para seguir soñando. 
En el camino, el autor comparte los tesoros que encuentra: el amor por la naturaleza, la riqueza de la amistad —que no se mide en doblones de oro—, la belleza del buceo, y también el peligro y la zozobra. 
Y como una presencia tácita y constante, la bondad infinita de Alguien que desea lo mejor para aquel niño, y le deja señales para que nunca deje de perseguir su anhelo: en un increíble hallazgo en el fondo marino, en un gesto inesperado de generosidad, o en los ojos de la compañera amada.
¿Hasta dónde debemos ir en busca de nuestros sueños? Cada lector debe encontrar la respuesta. La condición, nos dice Martín Guglielminetti en este libro extraordinario, es estar dispuestos a sumergirnos en lo profundo y dejarnos abrazar por el Misterio.

Alejandro Tloupakis