Existe una clase de magia muy especial, el tipo de magia que nos permite conseguir las cosas a partir de un proceso diferente al que nos enseñaron y hemos aprendido. Una intención sin intención (o propósito) que provoca, a su propio ritmo, la aparición de lo deseado. Los taoístas llaman a esto Wu Wei, un principio según el cual nada se hace, pero nada queda sin ser hecho.
Los autores de The Hámster Café experimentaron esto cuando descubrieron que el libro que deseaban escribir ya se había ido escribiendo solo, en los cafés que ellos se tomaban para conversarlo. Es un libro que aborda algunas de las diversas condiciones necesarias para la evolución del ser humano, y también ciertos fenómenos que la dificultan. 
Hay un elemento esencial a este modo distinto de operar, y que se hace presente a través de las páginas de este libro: el Jugar. Los autores entran en contacto, desde el origen mismo de esta obra, con el sello distintivo de esta actividad sagrada, esencial a la evolución que se postula, pero muy devaluada en un mundo moderno amante de resultados, producciones y éxitos.
Nada se hace, pero nada queda sin ser hecho.
Lo invitamos, pues, a nadear estas páginas.