En una época en donde los lazos sociales se encuentran fragmentados, Mauricio sigue apostando a expresar en la literatura el amor, la necesidad de un espacio familiar y sus ceremonias —comidas, religiones, las formas en el habla—; y los vacíos que produce la ausencia de todo ello. Lo fantástico es que lo hace de la manera más verdadera: con la imaginación y el humor. (Del Prólogo de Laura Torres).
El lector no necesita ser argentino ni de Atlanta: solamente tener un corazón. Con pinceladas de un humor inmersivo, Mauricio trae de nuevo a la vida la niñez suya y de sus amigos, comidas deliciosas y caseras, historias de angelical diablura. (Del Prólogo de Martín Brauer)
En Los paisajes que ve un muerto, Mauricio Minc (médico y escritor, nacido en Villa Crespo) nos invita a recorrer en sus cuentos la geografía siempre sorprendente de la condición humana.