Juan Cruz Nasta

Tengo 22 años. De alguna manera, siempre supe que este año iba a ser el final de una etapa. Recibiéndome de ingeniero industrial, yéndome a vivir a Australia y terminando de escribir un libro. 
Escribí estas palabras en una antigua casa, donde viví mi infancia y parte de mi adolescencia. Por alguna razón, la casa estaba desalquilada, vacía. O no tan vacía… Le tuve que sacar el polvo, pero fue apasionante. 
Escribí todas las tardes durante tres semanas, un capítulo por día. Cada palabra, cada imagen, cada elemento brotó desde ese lugar, trayendo luz a una etapa de dolor. Luz a mi casa.

Juan Cruz